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La travesía de 269 días de Carvajal, el "vínculo" con sus dos hijos y un vestuario sin "faro": "Cuando él habla, todos callan"

La travesía de 269 días de Carvajal, el "vínculo" con sus dos hijos y un vestuario sin "faro": "Cuando él habla, todos callan"

«Cuando él habla, todos callan». Dani Carvajal regresó a una convocatoria del Real Madrid el pasado martes ante la Juventus en los octavos de final del Mundial, 269 días después de la triple rotura sufrida en su rodilla derecha: ligamento cruzado anterior, colateral externo y tendón poplíteo. Una combinación devastadora. Durante esos meses, el vestuario del conjunto blanco ha sufrido dentro y fuera del campo sin su principal «faro», como le definen, y el lateral ha encontrado en su familia y en su madurez una nueva forma de enfocar el deporte y la vida.

Hoy volverá al banquillo, todavía a la espera de unas semanas para recuperar el tono físico y el ritmo competitivo necesario para pelear con Alexander-Arnold, o con uno de los tres centrales, por un puesto en el once. Pero Xabi Alonso le quiere cerca del grupo, en el autobús, en el vestuario, en el hotel... Por eso, cuando más presión había sobre Carlo Ancelotti y sobre la plantilla en gran parte de este curso, el italiano y los futbolistas le pidieron a Carvajal, en pleno proceso de recuperación, un contundente «ven con nosotros». Y Dani fue. Estuvo en la concentración de Valdebebas antes de los encuentros de Champions contra el Atlético en el Metropolitano o el Arsenal en el Bernabéu, y también en La Cartuja para la final de Copa.

"Ha sido duro sobrevivir sin él"

En un grupo que ha ido perdiendo referentes durante las últimos años, como Sergio Ramos o Casemiro, y en el que los capitanes que han heredado el brazalete han sido más líderes sobre el césped que en el día a día, como Benzema o Modric, Carvajal, y en segundo plano Lucas Vázquez, se han hecho con el gobierno de la plantilla. Por eso Ancelotti quiso al madrileño de vuelta a los viajes lo antes posible, porque necesitaba una voz cuando la suya no alcanzara la cabeza de sus jugadores. «En el grupo no había referentes que tuvieran la energía de Dani, ha sido duro sobrevivir sin él en el día a día", explicaban en Valdebebas. La temporada no terminó bien, pero la presencia de Carvajal sentó las bases del futuro a medio plazo: sin Modric, el brazalete será suyo y el liderazgo será también material.

Por eso Xabi Alonso no ha dudado en hacerle parte del viaje a Estados Unidos, un pequeño campamento de verano para el Madrid en esta nueva etapa, aunque la idea del tolosarra es no forzarle en ningún partido. «Es el que da el primer grito y el último. Llevaba mucho tiempo siendo el primer capitán aunque no lo fuera», cuentan desde la concentración de los blancos en Palm Beach.

"Nunca he echado tanto de menos a alguien como a mis hijos aquí"

Carvajal entró en el túnel el 5 de octubre, en los minutos finales del Real Madrid - Villarreal y tras una acción fortuita con Yeremi Pino, y comenzó a ver la luz del final el 19 de marzo, cinco meses después, cuando se puso de nuevo unas botas de fútbol y pisó el césped de uno de los campos anexos de Valdebebas, el que está más cerca del que usa el primer equipo. Eso, el recuperar el día a día con sus compañeros, y el tener más tiempo para estar con su mujer y sus dos hijos, curiosa contradicción, han acelerado los pasos mentales y futbolísticos de su rehabilitación y le ha unido más al grupo.

«Si la lesión la hubiese sufrido más joven me hubiese comido mucho más la cabeza. He tenido una recuperación más estable marcándome objetivos a corto plazo y he podido disfrutar de mis hijos. Este año no he viajado y he podido hacer un vínculo con ellos espectacular, la verdad. Nunca he echado de menos tanto a alguien como a ellos en este viaje al Mundial de clubes», reflexionaba con los medios en Miami.

Pierna fina y sin masa muscular

El torneo de Estados Unidos ha sido su «desafío» desde que pasó por el quirófano en octubre. Ocho meses de distancia para una lesión tan grave de rodilla puede parecer poco, pero Carvajal quería ser uno más en Palm Beach. No quería ver el Mundial ni las primeras semanas de convivencia con Alonso desde la enfermería de Valdebebas.

La triple rotura le dejó la pierna muy fina y casi sin masa muscular, con las fibras bastante atrofiadas, y de hecho todavía en las sesiones del equipo blanco en el Mundial se observa cierta diferencia entre sus dos piernas. «Lo importante es que la rodilla no ha dado ninguna complicación, sabiendo que hasta el año no sueles estar a un nivel óptimo de condición y de chispa, pero me encuentro bien», añadió. El «faro» del Madrid está de vuelta.

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